-A las 18 del jueves 20 en el Atlas Santa Fe se venía "Dam Street", un drama chino sobre una joven que da a luz a un bebé a quien ceden a otra familia y luego, años más tarde, conoce a un niño que podría o no ser su hijo y que se enamora de ella. El film se seguía fluidamente, pero no tuvo nada especial para mantenerse en mi recuerdo. 6 aires.
-A las 20:15, también en el Atlas Santa Fe seguía "Someone else's happiness", un drama belga que mostraba las reacciones de distintos personajes y familias frente a la muerte de un niño y la búsqueda del conductor que lo atropelló por accidente y se dio a la fuga. Interesantísima película, con muchos toques de humor inesperado que provocaban risas nerviosas en el espectador. 8 aires.
-A las 22:30 terminaba mi día con "Election" de Johnny To (sus films de acción "Fulltime killer", "PTU" y "Breaking news" hacían anhelar que diesen su nueva película en la sala 1, y así fue). Como siempre en sus films, la violencia y el humor se hacen inseparables de lo que se está contando, que en este caso es la lucha de algunos grupos mafiosos de Hong Kong, casi como "El padrino". Brillante, la que más me gustó de To hasta la fecha. 9 aires.
-Al día siguiente, viernes 21, llegaba la esperada "Tideland" de Terry Gilliam a las 12 del mediodía en el mismo cine (aunque en la más chica sala 2, lo cual es ridículo porque se sabía que se iba a llenar con una película de Gilliam, quien tiene muchos adeptos en Argentina a partir de "Brazil" y "12 monos"). El tipo debe ser de los que más tardan entre película y película, así que es raro que haya hecho dos en el último año (ésta y "Los hermanos Grimm") y, la verdad, no se hubiera molestado. Hay, como siempre, un gran diseño de producción, una imaginería alucinógena y un personaje principal noble envuelto en un mundo raro, pero parece una película hecha más para fans de Gilliam que para amantes del cine, más interesada en llegar a un anhelada posición de "film de culto" que en ser una verdadera película cuya historia se pueda seguir con interés. Porque hay una historia, y hay personajes, pero todo produce una falta de compromiso increíble. Ni Jeff Bridges la salva. Al terminar recibió aplausos, por supuesto, lo cual me hizo pensar "Ah, los jóvenes de hoy en día que aplauden estas cosas…". 3 aires.
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