-Domingo 16, 12:15 en el Atlas Santa Fe: "Two girls", historia que tuvo mucho éxito en su país de origen, lo cual lleva a pensar que muy "rara" no puede ser. Efectivamente, es un film de narración convencional sobre dos chicas que se hacen amigas y se meten en diversos problemas. No, no se parece a "Criaturas celestiales" de Peter Jackson. Las actuaciones eran lo que salvaba en parte al film, porque la historia, si bien era llevadera, no logró que los espectadores saliesen del cine pensando que habían visto algo que les había cambiado el día. 5 aires.
-Ahora sí viene algo fuera de lo común: el Programa 2 de cortos de Paul Driessen, a las 15:30 en el Malba. Esta vez los films eran "The story of Little John Bailey" (su primer corto y el más convencional, quizás por su intención de denuncia ecológica), "The killing of an egg" (el título dice todo, 8 aires), "Spotting a cow" (el título arruina todo, porque la vaca recién se descubre al final, siendo que antes sólo veíamos formas negras y blancas y el efecto sorpresa sería más jocoso si el título fuese otro, 9 aires), "Uncles and aunts I" (viñetas humorísticas casi de periódico, 8 aires), "Uncles and aunts II" (ídem anterior, 8 aires) y "The end of the world in four seasons" (otra vez pantalla dividida para contar varias historias por estación, 10 aires). Esta vez sí pude quedarme a las preguntas que le hicieron al director, aunque en seguida había que salir y volver a hacer la cola para ver en la misma sala el…
-Programa 3 de cortos de Paul Driessen, a las 17. Éste fue el conjunto de cortos que más me gustó, principalmente por los dos primeros: "The water people" (comiquísima historia del encuentro entre una comunidad que vive en un pueblo cubierto de agua y otra que viene de afuera, 10 aires) y "The boy who saw the iceberg" (pantalla dividida en dos para contar la realidad y la imaginación de un niño, con un final excelente y triste, 10 aires). Los otros dos cortos de esa función eran "3 misses" (en donde el tiempo parece dilatarse mientras vemos un cowboy intentando salvar a una mujer a la que el tren está por arrollar, un hombre corriendo a la vereda de enfrente para salvar a una suicida que está (eternamente) cayendo y los siete enanitos corriendo para salvar a Blancanieves de la bruja, 10 aires) y "2D or not 2D" (el intento de encontrarse de un hombre y una mujer separados por una línea, imposibilitado por varias cuestiones que no conviene develar, 9 aires). Esta vez no pude quedarme a la charla, ya que tenía que tomarme un supercolectivo que me llevase…
-…nuevamente al Atlas Santa Fe a ver "Be with me" a las 18:30. Siguiendo con el título de este post: ¿esta película era convencional o inclasificable? Extrañamente, las dos cosas. Por un lado, contaba la relación amorosa de dos amigas, en donde una parece cansarse de la otra y no devolverle los llamados (gran parte de este segmento estaba constituido por los mensajes de texto que se mandaban las protagonistas). Por otro lado, la historia de un guardia de seguridad gordinflón que se enamoraba. En tercer lugar, un señor mayor que parece abatido y sin ningún interés por la vida. Nada fuera de lo común hasta ahora. El cuarto componente del film era la historia de una vieja ciega y sorda, que, extrañamente, estaba basada en una historia real: la mujer que veíamos en pantalla se interpretaba a sí misma. Y parte de este segmento era básicamente documental: en pantalla se leía la biografía que ella escribió mientras se veían escenas de su vida. No es raro que exista un documental así, lo raro fue la mezcla de historias ficticias y documental del film. Al final, por supuesto, las historias se unían. 6 aires.
-Siguiendo en el Atlas Santa Fe, a las 20:30 venía "Le domaine perdu", una historia "convencional" para lo complicado que podría ser un film de su director, Raoul Ruiz. Yo había visto solamente tres films suyos, pero sentía que ya conocía su estilo, y esta película me pareció un Ruiz típico, temática y estilísticamente. O sea, un Ruiz que vale la pena. Por suerte, la historia se entendía (algunos de sus films son fascinantes pero incomprensibles), y el protagonista era Gregoire Colin, figura que volví a ver en pantalla años después de "Olivier Olivier", "Fiesta" y "El año del despertar". Las diversas líneas temporales y los personajes secundarios eran los condimentos de una hermosa historia (o quizás una historia normal, pero hermosamente narrada) donde las coincidencias y las recurrencias, como siempre en Raoul Ruiz, tienen su peso. 9 aires.
-Finalmente, el epítome de lo convencional: "El Conde Drácula" a las 23:15 en el Malba. Christopher Lee hacía del clásico chupasangre en este film que no pertenecía a la saga de films suyos que todos conocemos, sino que era una nueva adaptación de la novela original, con Herbert Lom (el Dreyfus de los viejos films de la Pantera Rosa) como Van Helsing y Klaus Kinski como Renfield. Era una de las adaptaciones más fieles de la novela que se hayan hecho (mucho más que la versión mainstream que Lee había hecho 15 años atrás), pero eso no dice nada de su calidad: el film me resultó aburrido, sólo interesante por su valor de rareza y la risa que provocaban los zooms y algunas actuaciones. 4 aires.
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